Para 1.810 el rebaño ganadero ganadero venezolano era de 1.200.000 reses. Al iniciarse la guerra de Independencia, los grandes rebaños extendidos por la inmensas llanuras del país, sirvieron para alimentar tanto a las tropas reales como a las patriotas. El censo ganadero se redujo y la ruina agobió a los ganaderos y la población en general.
En 1826, dado el desastre productivo generado por la guerra de Independencia, estaba muy afectada la producción agropecuaria para el consumo interno, lo cual agravó los problemas de desabastecimiento.
Este desabastecimiento, presentado sobre todo en la provincia de Caracas originó la subida de precios en bienes de la dieta diaria de la mayoría de la población, como ocurrió con la carne, el maíz y otros granos. En tal razón también se prohibió la exportación de caballos, yeguas, mulas y asnos.
A partir de 1830 el gobierno del general José Antonio Páez impulsa las buenas relaciones con los guajiros mediante el intercambio pacífico con la población de Sinamaica, en la que los nativos llevaban a vender ganado y sus derivados como cueros al pelo, sal, sebo y carne salada, productos de buena acogida en el mercado del Caribe.
En 1840 el gobierno de Venezuela emitió varios decretos tendentes a buscar la pacificación de los guajiros y para este fin se estipuló la entrega de ganado a los indígenas que por voluntad propia quisiesen reducirse; en este sentido jugarían un papel importante las misiones capuchinas divididas en circuitos de reducción y los capitanes pobladores nombrados y organizados por el gobernador de Maracaibo.
En 1841 el gobierno presidido por el general Carlos Soublette emite un decreto por el cual se establece el buen trato con las tribus guajiras, y el General Páez en su segunda administración emite el Código Orgánico para reglamentar el comercio con la Guajira. En este mismo año, se observó que el comercio con la Guajira, había comenzado a recuperarse. Los guajiros tuvieron confianza para llegar a Sinamaica y negociar sus productos. En menos de un año, se logró que los indios negociaran en Sinamaica entre otros productos, 3.796 reses, 232 caballos, 52 mulas y 501 burros.
Las contínuas guerras civiles luego de la independencia, diezmaron los ganados y no se pudo lograr un crecimiento sostenido de los rebaños.
En 1826, dado el desastre productivo generado por la guerra de Independencia, estaba muy afectada la producción agropecuaria para el consumo interno, lo cual agravó los problemas de desabastecimiento.
Este desabastecimiento, presentado sobre todo en la provincia de Caracas originó la subida de precios en bienes de la dieta diaria de la mayoría de la población, como ocurrió con la carne, el maíz y otros granos. En tal razón también se prohibió la exportación de caballos, yeguas, mulas y asnos.
A partir de 1830 el gobierno del general José Antonio Páez impulsa las buenas relaciones con los guajiros mediante el intercambio pacífico con la población de Sinamaica, en la que los nativos llevaban a vender ganado y sus derivados como cueros al pelo, sal, sebo y carne salada, productos de buena acogida en el mercado del Caribe.
En 1840 el gobierno de Venezuela emitió varios decretos tendentes a buscar la pacificación de los guajiros y para este fin se estipuló la entrega de ganado a los indígenas que por voluntad propia quisiesen reducirse; en este sentido jugarían un papel importante las misiones capuchinas divididas en circuitos de reducción y los capitanes pobladores nombrados y organizados por el gobernador de Maracaibo.
En 1841 el gobierno presidido por el general Carlos Soublette emite un decreto por el cual se establece el buen trato con las tribus guajiras, y el General Páez en su segunda administración emite el Código Orgánico para reglamentar el comercio con la Guajira. En este mismo año, se observó que el comercio con la Guajira, había comenzado a recuperarse. Los guajiros tuvieron confianza para llegar a Sinamaica y negociar sus productos. En menos de un año, se logró que los indios negociaran en Sinamaica entre otros productos, 3.796 reses, 232 caballos, 52 mulas y 501 burros.
Las contínuas guerras civiles luego de la independencia, diezmaron los ganados y no se pudo lograr un crecimiento sostenido de los rebaños.
LA GANADERÍA EN EL SIGLO XX
Las existencias de ganado, en 1922, no llegaban a 2.800.000 cabezas y eran apenas un 33% superiores a las estimadas por Agustín Codazzi en 1839; es decir, que habían crecido a una tasa interanual de 0,41%, habiendo llegado a disminuir para el año 1910 hasta 1.500.000.
Guárico se convirtió en el primer estado en recibir ganado de raza Cebú, el cual fue traído por el general Joaquín Crespo, quien importó de Trinidad en 1869, tres toros de tipo cebú, posiblemente Brahma, los que tal vez llevó a su hato "El Totumo". Tal información la dio el ganadero Fernando Calzadilla Valdés, quien la oyó a su abuelo el Dr. Calzadilla. Este dijo haber visto los toros y obtenido hijos de éstos.
En 1900, en una empresa en la que aparecen, con otras personas, los ganaderos zaraceños Pedro Ron y Guillermo Felizola, Venezuela envió a Cuba los primeros vientres vacunos que rehabilitaron su ganadería arruinada por las guerras de fines del siglo pasado.
Los ganaderos José Manuel Balza y Juan Francisco Bermúdez, fueron los primeros que llevaron al sur de Guárico, alrededor de 1912, sementales de tipo cebú.
Para el año 1936 el rebaño ganadero de Venezuela constaba de 3.090.661 cabezas de ganado.
Entre los años 1.937 y 1.985 el crecimiento interanual del rebaño ganadero fue de 1,94%.
Según el censo agropecuario de 1937 de las 90'000.000 hectáreas de territorio Venezolano 23.370.299 Has. estaban en manos privadas. De estas 3.343.694 eran tierras de agricultura y 19.932.605 tierras de ganadería; novecientas dos personas eran dueñas de 73 % de las tierras de ganadería, esto es de 14.610.512 hectáreas (De la Plaza, S. s.f.).
En 1.961 el rebaño bovino era de 6 millones 500 mil cabezas.
Para 1.984 existían en Venezuela 108.515 explotaciones ganaderas y una población bovina de 10 millones 800 mil cabezas.
La extensión de las áreas de pastos en 1.985 alcanzaba a 14.181.367 Has, habiendo crecido en 35 años apenas un 0,14%. De ellas 9.161.163 Has eran pastos naturales y 5.020.204 Has, de pastos artificiales.
Entre 1.980 y 1.985 la producción de carne ascendió a 340.000 Toneladas Métricas, incluyendo la introducción de ganado de colombiano de contrabando. Para 1.991 alcanzó a 380.000 TM.
En la Zona Sur del Lago, se requiere de una hectárea para producir diariamente un litro de leche y 157 gramos de carne (MAT, 2003). Sin embargo, el potencial del bovino doble propósito con un manejo intensivo genera un potencial productivo que oscila en el rango entre 100 y 120 litros de leche por hectárea por día y 2 kg de carne por hectárea por día.
En la misma Zona Sur del Lago, los datos indican que actualmente la densidad animal está por el orden de una cabeza por hectárea, independientemente de la edad. Sin embargo, está demostrado que sistemas intensivos pueden sostener productivamente unos 14 animales, que utilizando la genética mestiza mejorada de la zona y bien alimentada, pueden producir en promedio 15 litros por vaca día, muy por encima de los 4,85 litros por vaca dia que se producen actualmente. (CONFAGAN, 2007; CLAYUCA, 200X; MINDACA, 2002; Contreras, 1999).
Sanjur, (2001) señala que en Venezuela se pierden anualmente unos 75 mil terneros, debido al alto sacrificio de vacas preñadas que se realiza diariamente. Esto, además de perjudicar directamente el patrimonio de los ganaderos, está el daño indirecto que se deriva de tener que comprar anualmente más de 6 mil sementales utilizados para cubrir las vacas que una vez preñadas son sacrificadas.
Para el mes de diciembre de 2001, un total de 128.534 cabezas fueron al beneficio. El rendimiento promedio en canal del mes fue de 235,78 Kg, lo que permitió una producción de 30.305.285 Kg de carne en canal el último mes del año 2001.
Para dicho mes el 70,56% de los animales sacrificados fueron machos o sea: 90.695 cabezas y el 29,44% o 37.839 cabezas, hembras.
Por clase sexual beneficiada, la clase toretes ocupó el primer lugar con 44.342 cabezas o el 34,50 %, seguida de la clase vacas que en número de 26.850 o el 20,89%, superaron los 23.719 toros beneficiados (18,45%) y los 21.633 novillos (16,83 %). En cuanto a las novillas solo se sacrificaron 10.329 o el 8,04 %.
Según el resultado de la clasificación, apenas el 6,41% 8.240 canales clasificaron "AA". En la categoría "A" calificaron 53.711 canales (41,79%) que produjeron 12.916.169 Kg o 45,92% del total de la carne en canal producida.
El rendimiento en canal promedio por clases fue: Ternera 103,72 kg; "AA" 264,25 Kg; "A" 259,09 Kg; "B" 230,79 Kg; "C" 173,99 Kg; "D" 138,69 KG.
Durante la última semana de diciembre 2001 (24 al 29/12/01), los precios del ganado en pie arrimado a los distintos mataderos del país con beneficio clasificado, fueron de 850,00 (0,85 BsF) hasta 1.300,00 Bs/Kg para los toretes; 900,00 a 1.100,00 Bs/Kg los novillos gordos; y 820,00 a 1.200,00 los toros gordos, mientras los precios promedio del ganado hembra en pie fluctuaron entre 750,00 a 1.000,00 Bs/Kg las vacas y 680,00 a 1.000,00 Bs/Kg las novillas. En canal, el precio del ganado macho "A", se ubicó entre 1.900,00 y 2.500,00 Bs/Kg, con promedio de 2.126,77 Bs/Kg, mientras las hembras de la misma categoría promediaron 1.858,10 Bs/Kg de carne en canal.
Los precios de la carne al detal categoría "A", promediaron 4.369,00; 4.55,00 y 4.067,00 Bs en carnicerías, supermercados y mercados populares respectivamente, alcanzando los precios máximos hasta el nivel de 5.500,00 Bs/Kg.
En 2.004, el consumo per cápita de leche y carne juntos eran 48,75% inferiores a lo recomendable. En concreto, el venezolano consumía solo la mitad de la leche y el 40% de la carne que requería para una dieta equilibrada.
Para ese mismo año la producción nacional era deficitaria pues aportaba el 62,2% del consumo del venezolano.
Si se tomasen en cuenta las necesidades de carne y leche para contar con una buena nutrición, la oferta conjunta de leche y carne del rebaño venezolano para 2.004, era de apenas 31,8%.
En 2006 el rebaño ganadero de Venezuela contaba con 16.615.439 cabezas de ganado vacuno.
En el año 2011 la producción de carne en Venezuela se ubicó en el 66% de las necesidades de consumo y el 34% restante fue de carne importada. Para el año 2012 la relación varió en perjuicio de la producción venezolana pues la producción del país se redujo al 52,21% y la importación se incrementó al 47,79%.
En Venezuela el consumo de carne cayó durante el 2012 pues se produjeron 360 mil toneladas métricas de carne bovina y otras 330 mil fueron importadas, lo cual indica que el consumo por persona al año fue de 23.73 kilogramos, cifras que evidencian una disminución respecto a los 24.2 kilogramos-año del año 2011.
Guárico se convirtió en el primer estado en recibir ganado de raza Cebú, el cual fue traído por el general Joaquín Crespo, quien importó de Trinidad en 1869, tres toros de tipo cebú, posiblemente Brahma, los que tal vez llevó a su hato "El Totumo". Tal información la dio el ganadero Fernando Calzadilla Valdés, quien la oyó a su abuelo el Dr. Calzadilla. Este dijo haber visto los toros y obtenido hijos de éstos.
En 1900, en una empresa en la que aparecen, con otras personas, los ganaderos zaraceños Pedro Ron y Guillermo Felizola, Venezuela envió a Cuba los primeros vientres vacunos que rehabilitaron su ganadería arruinada por las guerras de fines del siglo pasado.
Los ganaderos José Manuel Balza y Juan Francisco Bermúdez, fueron los primeros que llevaron al sur de Guárico, alrededor de 1912, sementales de tipo cebú.
Para el año 1936 el rebaño ganadero de Venezuela constaba de 3.090.661 cabezas de ganado.
Entre los años 1.937 y 1.985 el crecimiento interanual del rebaño ganadero fue de 1,94%.
Según el censo agropecuario de 1937 de las 90'000.000 hectáreas de territorio Venezolano 23.370.299 Has. estaban en manos privadas. De estas 3.343.694 eran tierras de agricultura y 19.932.605 tierras de ganadería; novecientas dos personas eran dueñas de 73 % de las tierras de ganadería, esto es de 14.610.512 hectáreas (De la Plaza, S. s.f.).
En 1.961 el rebaño bovino era de 6 millones 500 mil cabezas.
Para 1.984 existían en Venezuela 108.515 explotaciones ganaderas y una población bovina de 10 millones 800 mil cabezas.
La extensión de las áreas de pastos en 1.985 alcanzaba a 14.181.367 Has, habiendo crecido en 35 años apenas un 0,14%. De ellas 9.161.163 Has eran pastos naturales y 5.020.204 Has, de pastos artificiales.
Entre 1.980 y 1.985 la producción de carne ascendió a 340.000 Toneladas Métricas, incluyendo la introducción de ganado de colombiano de contrabando. Para 1.991 alcanzó a 380.000 TM.
En la Zona Sur del Lago, se requiere de una hectárea para producir diariamente un litro de leche y 157 gramos de carne (MAT, 2003). Sin embargo, el potencial del bovino doble propósito con un manejo intensivo genera un potencial productivo que oscila en el rango entre 100 y 120 litros de leche por hectárea por día y 2 kg de carne por hectárea por día.
En la misma Zona Sur del Lago, los datos indican que actualmente la densidad animal está por el orden de una cabeza por hectárea, independientemente de la edad. Sin embargo, está demostrado que sistemas intensivos pueden sostener productivamente unos 14 animales, que utilizando la genética mestiza mejorada de la zona y bien alimentada, pueden producir en promedio 15 litros por vaca día, muy por encima de los 4,85 litros por vaca dia que se producen actualmente. (CONFAGAN, 2007; CLAYUCA, 200X; MINDACA, 2002; Contreras, 1999).
Sanjur, (2001) señala que en Venezuela se pierden anualmente unos 75 mil terneros, debido al alto sacrificio de vacas preñadas que se realiza diariamente. Esto, además de perjudicar directamente el patrimonio de los ganaderos, está el daño indirecto que se deriva de tener que comprar anualmente más de 6 mil sementales utilizados para cubrir las vacas que una vez preñadas son sacrificadas.
Para el mes de diciembre de 2001, un total de 128.534 cabezas fueron al beneficio. El rendimiento promedio en canal del mes fue de 235,78 Kg, lo que permitió una producción de 30.305.285 Kg de carne en canal el último mes del año 2001.
Para dicho mes el 70,56% de los animales sacrificados fueron machos o sea: 90.695 cabezas y el 29,44% o 37.839 cabezas, hembras.
Por clase sexual beneficiada, la clase toretes ocupó el primer lugar con 44.342 cabezas o el 34,50 %, seguida de la clase vacas que en número de 26.850 o el 20,89%, superaron los 23.719 toros beneficiados (18,45%) y los 21.633 novillos (16,83 %). En cuanto a las novillas solo se sacrificaron 10.329 o el 8,04 %.
Según el resultado de la clasificación, apenas el 6,41% 8.240 canales clasificaron "AA". En la categoría "A" calificaron 53.711 canales (41,79%) que produjeron 12.916.169 Kg o 45,92% del total de la carne en canal producida.
El rendimiento en canal promedio por clases fue: Ternera 103,72 kg; "AA" 264,25 Kg; "A" 259,09 Kg; "B" 230,79 Kg; "C" 173,99 Kg; "D" 138,69 KG.
Durante la última semana de diciembre 2001 (24 al 29/12/01), los precios del ganado en pie arrimado a los distintos mataderos del país con beneficio clasificado, fueron de 850,00 (0,85 BsF) hasta 1.300,00 Bs/Kg para los toretes; 900,00 a 1.100,00 Bs/Kg los novillos gordos; y 820,00 a 1.200,00 los toros gordos, mientras los precios promedio del ganado hembra en pie fluctuaron entre 750,00 a 1.000,00 Bs/Kg las vacas y 680,00 a 1.000,00 Bs/Kg las novillas. En canal, el precio del ganado macho "A", se ubicó entre 1.900,00 y 2.500,00 Bs/Kg, con promedio de 2.126,77 Bs/Kg, mientras las hembras de la misma categoría promediaron 1.858,10 Bs/Kg de carne en canal.
Los precios de la carne al detal categoría "A", promediaron 4.369,00; 4.55,00 y 4.067,00 Bs en carnicerías, supermercados y mercados populares respectivamente, alcanzando los precios máximos hasta el nivel de 5.500,00 Bs/Kg.
En 2.004, el consumo per cápita de leche y carne juntos eran 48,75% inferiores a lo recomendable. En concreto, el venezolano consumía solo la mitad de la leche y el 40% de la carne que requería para una dieta equilibrada.
Para ese mismo año la producción nacional era deficitaria pues aportaba el 62,2% del consumo del venezolano.
Si se tomasen en cuenta las necesidades de carne y leche para contar con una buena nutrición, la oferta conjunta de leche y carne del rebaño venezolano para 2.004, era de apenas 31,8%.
En 2006 el rebaño ganadero de Venezuela contaba con 16.615.439 cabezas de ganado vacuno.
En el año 2011 la producción de carne en Venezuela se ubicó en el 66% de las necesidades de consumo y el 34% restante fue de carne importada. Para el año 2012 la relación varió en perjuicio de la producción venezolana pues la producción del país se redujo al 52,21% y la importación se incrementó al 47,79%.
En Venezuela el consumo de carne cayó durante el 2012 pues se produjeron 360 mil toneladas métricas de carne bovina y otras 330 mil fueron importadas, lo cual indica que el consumo por persona al año fue de 23.73 kilogramos, cifras que evidencian una disminución respecto a los 24.2 kilogramos-año del año 2011.
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